viernes, 15 de agosto de 2008

martes, 10 de julio de 2007

Cine Debate en Rauch


En la noche del sábado, se presentó en la Biblioteca Popular "Guido y Spano" el documental "La crisis causó dos nuevas muertes".

El trabajo de Damián Firvab y Patricio Escobar se revela como un excelente trabajo de investigación, donde se muestra el manejo de una noticia por parte del diario de mayor tirada del país, y la influencia del Gobierno y la SIDE en el asesinato de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán ocurrido el 26 de junio del año 2002 en la Estación de Avellaneda.

La propuesta fue acompañada por la presentación de un grupo de integrantes del Frente Popular "Darío Santillán" que relataron la historia del grupo y su trabajo en los barrios carenciados, más allá de las urgencias y alarmas que presentan habitualmente los medios de comunicación.
También estuvieron representantes del grupo cultural "Lacandona", de Tandil.
Diego Ferrari, Trabajador Social que pertenece al "Darío Santillán" (foto), explicó las distintas propuestas y experiencias del grupo que realiza tareas productivas, educativas y culturales con los sectores marginados.
"Hace un tiempo se debatió y se acordó terminar con los cortes de ruta para reemplazarlos por Ferias en las que se muestra todo lo que se produce en los grupos. Pero, a pesar de que enviamos gacetillas a todos los medios, no cubren ésto sino que prestan atención a los desmanes que producen grupos como "Quebracho". Eso lleva a que la gente desconozca la tarea que realizamos."
Los integrantes del grupo contaron su manera de organización, las bases de la propuesta "trabajo sin jefes", y la Red de Comercio Justo por la que vehiculizan la venta de los productos que surgen del movimiento, a un precio digno, y con reuniones quincenales con los consumidores en los que se les informa la evolución, los inconvenientes y los caminos que toman los distintos grupos productores.
Una propuesta política diferente, que surgió como un descubrimiento para los espectadores rauchenses e invitó a pensar sobre otra forma de ver la política.

jueves, 21 de junio de 2007

Los aborígenes celebran la llegada del año 5510

Con la salida de los primeros rayos de Sol, la comunidad aborigen argentina celebrará hoy en la ciudad de Buenos Aires, en Jujuy y en Tierra del Fuego la llegada del año 5510 de su cultura, en coincidencia con el inicio de un nuevo ciclo de vida en el hemisferio sur, a partir del solsticio de junio o primer día de invierno.

En la región, las comunidades mapuches del Neuquén celebrarán este lunes 24 el "Wiñoy xipantu" o "año nuevo que vuelve", en el "rehue" ubicado en el paraje Puente Blanco, a unos 4 kilómetros de San Martín de los Andes camino a cerro Chapelco.
Ese día constituye para este pueblo originario el momento de inicio de la renovación de todas las fuerzas naturales y del ser mapuche. A partir de ese instante las jornadas de sol comienzan a extenderse naturalmente, y las noches se hacen más cortas.
Una parte de las ceremonias tradicionales, entre las 15 y las 19 del lunes, estará abierta a los no mapuches. Las comunidades formularán distintos pronunciamientos sobre temas de su interés y de la actualidad.
La agrupación "Ciudadanos en la Plaza" de San Martín invitó a residentes y turistas a sumarse a ese segmento de la actividad, para compartir con los mapuches una jornada que debe estar fundada en el respeto por las diversidades culturales. La ceremonia concluirá con la ancestral danza del choique.
Entretanto, en la Capital Federal, la concentración para los festejos ya comenzó anoche en la Plaza de las Naciones Unidas, en Figueroa Alcorta y Austria, frente a Canal 7, donde numerosos integrantes de los pueblos indígenas locales se reunieron a esperar la llegada del Año Nuevo en una ceremonia abierta a toda la comunidad.
En tanto, se confirmó que en Ushuaia, pese a la crisis, se celebrará la Noche Más Larga, que incluye la Fiesta de las Antorchas -que se postergará en caso de que el temporal en curso continúe- y que en Jujuy tendrá lugar el Inti Raymi o Fiesta del Sol con rituales que se llevarán a cabo en Tilcara.
Wenceslao Villanueva, miembro del Consejo de Acontecimientos Aborígenes de Argentina (CAA) con sede en Buenos Aires, explicó que "para nosotros, el comienzo del nuevo año se rige por el ciclo cósmico, en el cual, el 21 de junio, el Sol alcanza el punto más lejano (al hemisferio sur de) la Tierra, para iniciar a partir de ahí, una vez más, su período de acercamiento".
"Durante las rogatorias que realizamos hasta el amanecer pedimos que el Padre Sol vuelva con mejores energías, y con la aparición de sus primeros rayos renovamos nuestra alianza con él y con todos los seres vivientes", aseguró el integrante de la comunidad aymará en Buenos Aires.
Villanueva detalló que "la ceremonia consiste en una reunión testimonial alrededor de una fogata que mantenemos encendida hasta la salida del Sol para calentar a la Madre Tierra y protegernos a nosotros mismos durante la noche más larga del año".
"Allí, los más ancianos traspasan sus vivencias pasadas a los jóvenes en parlamentos que se realizan cada 40 minutos, mientras que entre uno y otro, todo el grupo se mantiene en rogativas", describió.
Fernando Ortega Villa, perteneciente a la cultura tupí-guaraní, aclaró que "la ceremonia busca también rescatar nuestra propia armonía con la naturaleza, en vez de festejar el comienzo del año en diciembre, como corresponde al hemisferio norte".
José Diego Lanusse, un quechua de la comunidad coya, relató que durante el rito tradicional del Año Nuevo "también se honra a la Pachamama, donde se agradece a la Madre Tierra la posibilidad de vivir que nos da".
"El dueño de casa o jefe de comunidad espera la llegada de los amigos y familiares, y una vez reunidos, una pareja de ancianos y niños -que representan a la madre, el padre y los hijos de la comunidad- comienzan con la ceremonia", relató.
Lanusse contó que "luego todos van hacia un pozo rodeado de ollas con comidas típicas -maíz, zapallo, papa, papaya y charqui- y allí dejan algunas cucharas que luego los miembros de la comunidad utilizarán para comer". "A continuación pasan las parejas más jóvenes con hijos, aquellos que no tienen niños y por último los solteros", especificó el anciano quechua.
En otra parte del ritual, se hace un cigarrillo con chala -hoja que envuelve el choclo-, tabaco picado y otras yerbas, el cual se pita y se tira una bocanada de humo en el pozo y otra al aire y se deposita en el montículo de tierra que se extrajo en la excavación del pozo.
"Al comenzar con el ritual los ancianos dicen "Cucilla Cucilla", que significa alegría por estar vivos, y al finalizar se cierra el pozo y cada uno agradece o pide por algo", describió Lanusse, cuyo nombre aborigen es Ushi Huanka Kunturkanky, que significa "pequeño antiguo guerrero cóndor".
Por su parte, Villanueva alertó sobre las dificultades que enfrentan los aborígenes y reclamó porque "la comunidad y las autoridades no toman en cuenta nuestros lugares sagrados".
(Ag. SMA y Red. Central)

Esta vez es "más especial", dicen

Por convención, los aborígenes americanos agregan 5.000 años al momento de la llegada de Colón al Nuevo Continente para establecer su calendario, por lo que hoy comienza el 5510 para estas culturas, aunque varios miembros de las comunidades acotaron que "en realidad deberían sumarse unos 40.000 años".
Apuntan además que "nuestros ancianos han indicado el inicio de un nuevo Pachakuti -equivalente al concepto de milenio en la cultura occidental- por lo que esta es una ocasión algo más especial que lo acostumbrado".
El Pachakuti coincide con un ciclo de alrededor de 500 años que responde al movimiento de nuestro Sol alrededor de otros soles y su cálculo tiene origen en culturas indígenas ancestrales.
Los dirigentes aborígenes anunciaron que "nuestra ceremonia del Año Nuevo es también una propuesta al mundo, para mostrar que estamos viviendo en desequilibrio con la naturaleza y que debemos volver volver a buscar el balance".

Frente a las cámaras, los Pehuen Che en Los Berros

SIERRA GRANDE (Especial).- Un grupo de cineastas tomarán las costumbres del pueblo mapuche para filmar un documental. Ayer se instalaron en el paraje Arroyo Los Berros para participar y registrar el Wiñoy Xipantu, la celebración de las comunidades de esa raza aborigen por el Año Nuevo, que comienza entre cada 20 y 25 de junio. Las ganas por recuperar sus ritos ancestrales y la lucha por la permanencia de la tradición autóctona hicieron que los mapuches del este rionegrino se juntaran como en otros lugares para recibir al nuevo año.
Esta actitud y la amabilidad con la que dan la bienvenida al "huinca" hacen que el acercamiento y la integración sea muy agradable para los pobladores de las ciudades cercanas, aunque no compartan los mismos rituales y creencias.
Pablo Gorosito (director), Sebastián Diestch (director de fotografía), Julio Artusio (sonido) y Roberto Leonardo (cámaras) están convencidos de que la ceremonia que anualmente ocurre en Los Berros será digna de contar. Hace unos meses, los cineastas que actualmente residen en Capital Federal hicieron un trabajo de campo que incluyó la búsqueda de vivencias que tengan que ver con leyendas patagónicas. En esta localidad encontraron la punta del ovillo para generar un nuevo proyecto.
Dos conocedores de la cultura nativa, Oscar Amed y Jazmín Welsh, les comentaron de la celebración anual y todo lo que ocurre alrededor. Por lo que no dudaron acerca de que esos eran el tema, los personajes y el momento que registrarían con sus cámaras. "El documental no es histórico. Queremos dejar el mensaje de que a pesar de todo, los mapuches siguen en pie y luchan por su cultura", comentó ayer antes de la partida hacia Los Berros, Pablo Gorosito.
El primer acercamiento a don Manuel Cayul, líder de la comunidad Pehuen Che, de ese paraje sureño, fue cordial y ameno, a pesar de los temores y prejuicios que les hacían suponer a los cineastas que sería difícil llegar a ellos y mucho más filmar un documental. El contacto fue totalmente distinto a lo que preveían, y desde mañana comenzarán a rodar el film, que si bien aún no tiene nombre, estiman que elegirán un vocablo mapuche.

martes, 12 de junio de 2007

Eso de la ideología

Por Eduardo Aliverti
Una numerosa cantidad de colegas ha coincidido en dictaminar que en la Capital sí hubo memoria.
Pero: ocurrió que en lugar de estar guardada en la deuda de centenares de millones de dólares que las empresas macristas transfirieron a la sociedad a través de los seguros de cambio, o en los manejos de Manliba, o en el procesamiento por contrabando de autos, o en el Correo, la memoria ancló en que las sucesivas administraciones “progres” no resolvieron los dramas cotidianos de “la gente”. Según tal razonamiento, una amplísima primera minoría de la sociedad porteña dijo que arreglar problemas como el delito o el transporte no es de derecha ni de izquierda sino de eficiencia. “La gente” quiere un mago o cosa parecida, en esa visión. Y, cansada de que la magia no aparezca nunca, vota hoy a uno y mañana a otro como quien sustituye el shampoo. Dijeron que un 45 por ciento votó a Macri porque quiere un cambio y nada más, y como si ese presunto cambio significase un pito en términos ideológicos.
Va a estar bueno dejar de ampararse en asepsias profesionalistas. Alrededor de la mitad de los porteños votó por sacarse de encima a la resaca, a los cartoneros, a “la negrada” del conurbano que se atiende en los hospitales de la Capital. Votó porque de una vez por todas haya represión contra los desórdenes callejeros, y votó por que si en ese accionar muere alguno sería tanto una macana como una lección. Votó por que al frente de la tarea municipal haya un “gerente” y no un político, sin haber aprendido nada de lo que le pasó a este país por dejar la política en manos de “gerentes”. Votó importándole cero lo que este gerente en particular, y su familia, y sus negocios familiares, ya demostraron como defensores del interés comunitario. Votó a Menem. Y aunque sólo decirlo ya provoque un tanto de pudor, deberá admitirse que en medio de esas y otras razones es agregable la asociación entre su figura y los éxitos futbolísticos de Boca Juniors, por más que la bonanza deportiva esté lejísimo de darse la mano con el estado financiero del club. El pasado y presente de Macri como legislador también tiene lo suyo: en el Congreso no le vieron la cara casi nunca. Así lo reconoció el propio Macri en el debate televisivo: “¿Para qué voy a ir si son mayoría (el oficialismo) y votan lo que quieren?” Notable, sin dejar de ser obvio: el discurso “antipolítica”, que le allegó a Macri una buena o enorme parte de sus sufragios, está respaldado en el hartazgo por los parlamentarios ñoquis que se llenan los bolsillos sin siquiera asistir al recinto. Macri, que es precisamente un emblema de esa vagancia, saca el 45 por ciento de los votos.
En la ciudad se impuso el retorno explícito de la derecha a través de un voto profundamente ideológico. Porque cuando se vota, así sea en una elección municipal, a la par de supuestamente votarse –en el mejor de los casos– por las propuestas para arreglar las veredas, qué hacer con la caca de los perros o cómo disminuir los niveles de ruido, se vota en primer lugar por símbolos, por imaginario, por antecedentes. Por si se quiere ir para allá o para acá. Y véase al respecto una paradoja notable. La inmensa mayoría de los encuestadores, por no decir la totalidad, aduce que el gran mérito de Macri fue no haber dicho nada, no haber propuesto nada. Haberse remitido a visitar escuelas, correr maratones, recorrer villas, tomar mate con jubilados, subirse a un colectivo, treparse a un basural. Que su gran virtud marketinera fue eso, simplemente, dicen los grandes analistas de este país: quedarse al margen de la confrontación entre Filmus y Telerman y esperar sentado sin decir nada, porque “la gente” sencillamente quiere un cambio y no le importan las cuestiones ideológicas. Pues bien: si la gente sencillamente quiere un cambio y no le importan las cuestiones ideológicas y vota a un tipo que no dice nada, se está diciendo todo lo contrario de lo que se dice. Es decir, que lo que se vota es ideología, es símbolo, es imaginario, no propuestas. Supongamos que salen a inquirir a los votantes macristas con una única y directa pregunta: “¿Puede usted mencionar alguna propuesta concreta de Mauricio Macri, que no sea lo bien que hace tomar una cucharada de aceite de bacalao en el desayuno?” No. No puede. El votante de Macri no puede mencionar ninguna propuesta de Macri. Puede decirse que tampoco podrían citar propuesta alguna los votantes de todos los demás. Correcto. Pero entonces, ay, tenemos dos problemas. Uno, que algunos, varios o muchos del resto de los candidatos no ocultaron que votarlos era, antes que nada, un asunto ideológico. Y dos, pero primero, que queda ratificado que el voto es ideológico porque nadie o casi nadie conoce las propuestas de nadie o casi nadie.
Por último, y como para sumar complejidad o sencillez, también se coincide en la muy significativa porción de los votantes de Macri que en las presidenciales votará a Kirchner, varón o mujer. Prefieren al varón, pero será la mujer y cambia muy poco. De acuerdo con tan reveladora prognosis, el carácter esquizoide de ese voto subraya la sustancia desideologizada del electorado, porque se demuestra que “la gente” marca un rumbo en, por ejemplo, la intendencia de la Capital, y otro completamente inverso en la marcha nacional. Pero en ese caso, en lugar de un electorado complejo por la positiva, estamos hablando de un mamarracho gracias al cual ir para acá o para allá da exactamente lo mismo, y cambiante según sean los humores pasajeros, las caras de los candidatos, los vientos a favor o en contra. No es que se piensa. Es que se arrebata.
No hay nada más ideológico que un voto “desideologizado” . Por eso ganó Macri. Porque supo montarse en el drama de que ya no hay partidos políticos. De que no hay conducción de unidad colectiva. De que no hay líderes. De que no se organizan ni la bronca ni las aspiraciones populares. De que el kirchnerismo –en la benéfica interpretació n de que puede ser una opción válida para los intereses de las mayorías– no se expresa sino a través de sí mismo. Ya no las grandes corrientes y organizaciones populares, sino la capacidad de convicción de los ilusionistas de turno. Es la herencia del menemismo y por eso ganó Macri. Porque ganó Menem.
Siempre habrá, sin embargo, y volverá a haber, unos muchos o unos pocos que opondrán resistencia a ese triunfo de la insolidaridad, de los oprimidos que reproducen el discurso del opresor, de la pobre gente o de la gente pobre que se angustia y vota a un garca. Siempre habrá.
Así que sí. Va a estar bueno.

lunes, 21 de mayo de 2007

Me Pregunto


¿Me pregunto, qué danza tendrán que hacer los Mapuches y campesinos para que le devuelvan las tierras?

Es tan conmovedor ver a Tinelli cuando se emociona ante algún caso de injusticia social. Se le llenan los ojos de lágrimas y mira hacia las cámaras. ¿Si los indígenas se presentaran en su show, podrían conseguir algo de respeto a sus derechos naturales? ¿Saben que es "Trafipan 2000"?

Marcelo Tinelli, Conductor-empresario televisivo que compró miles de hectáreas en la Provincia sureña de Chubut, necesita desalojar 30 familias mapuches para construir un megaproyecto turístico.

Moira Millán, integrante de la Comunidad Pillan Mahuiza y del Frente de Lucha Mapuche y Campesinos en el marco de la lucha por la defensa del Agua y la tierra aseguró a radio Universidad Nacional de Cuyo, que le dicen: No!!! a cualquier megaproyecto que pretenda "arrasar con nuestro entorno a cualquier precio".

La dirigencia indígena, denunció que el megaproyecto turístico que pretende construir Marcelo Tinelli es sobre la vivienda de 30 familias mapuches, que casualmente lleva el nombre mapuche, y Trafipan 2000, cuando necesitan de su desalojo.

Cuanta más gente se entera, más ayuda para conseguir el apoyo de las autoridades y que estos Mapuches puedan conservar sus tierras.

El Arte

El artista nos convierte en cómplices suyos, nos hace sentirnos implicados en su diálogo, en su coloquio, en su manera franca de aproximación a nuestra nacionalidad.
La faz,el rostro, es la zona más expresiva del cuerpo humano. Allí están los órganos sensoriales, desde donde los ojos dominan visualmente al mundo y ofrecen las primeras sensaciones elementales para su aprehensión.
Diría ahora que somos un país rico en pintores y pobre en crítica de arte, de modo que la mayoría de las notables exposiciones que vemos en la ciudad, suele pasar sólo con palabras de catálogo o brevísimas evocaciones en la inauguración, o quizás u anuncio de prensa , y, con más suerte, una breve reseña en alguna revista o periódico. Quizás los críticos existen, lo que necesitamos es más espacio de crítica . Por fortuna hay arte suficiente para sobrevivir el rasero crítico, podemos sentirnos orgullosos de que esta tradición sigue muy vijente y parte de ese orgullo queda visible en las exposiciones.
Creo que tenemos que pensar como están nuestras realidades y tradiciones para darnos cuenta de cuánta autenticidad y de cuantos valores existen en el arte.
Decía Van Gogh "¿Qué soy a los ojos de la mayoría de la gente? ¿Una nulidad o un hombre excéntrico o desagradable?, ¿Alguien que no tiene un sitio en la sociedad ni lo tendrá? En fin, poco menos que nada... Bien, supón que sea exactamente así; entonces quiero demostrar por medio de mi obra lo que hay en el corazón de un excéntrico, de una nulidad..."
Hermoso, dulce, desgarrante, trasgresor, violento,grotesco, sutíl, poético nos recxuerda todos los días de que está hecha la masa informe del espíritu humano, y construye mundos inauditos en inimaginados, esperados y desesperados, oscuros y luminosos, tenues y grotescos.
Ellos nos recuerdan a nosotros mismos todos los días en todos sus trazos y sus imágenes.
Es por todo esto y tal vez por mucho más, que tengo la clara visión de que la lucha por nuestros valores y nuestras convicciones, no deja que nuestras verdades mueran.

domingo, 20 de mayo de 2007


Diario Hoy - La Plata
INTERéS GENERAL Un conflicto por 6 mil hectareas de suelo misionero

Técnicos intervendrían en la disputa entre aborígenes y la UNLP por tierras

Las comunidades Mbyá Guaraní rechazaron ayer la propuesta de repartición del territorio planteada por la Universidad. Por eso, un equipo de técnicos podría arribar a Misiones para delimitar la zona. La UNLP deberá definir si acepta la demarcación. Afirmaron que no dejarán el terreno

Las comunidades aborígenes Mbyá Guaraní del Valle del Cuñá Pirú de Misiones insisten en la restitución total de más de 6 mil hectáreas a la UNLP. Y la casa de altos estudios sostiene que no va a deshacerse de ese territorio. La disputa, que ya tiene alcance nacional, podría continuar con la delimitación de las tierras por parte de un grupo de técnicos.
El nuevo escenario de este conflicto quedó planteado ayer en una reunión realizada en Capital Federal, de la que participaron el escribano General de la Nación, Natalio
Etchegaray, el asesor letrado de la UNLP, Julio César Mazzotta, y el abogado de las comunidades, Julio García, entre otros.
En el encuentro, la UNLP propuso repartir 700 hectáreas para las comunidades, 700 para la UNLP y 4.500 en condominio. Pero esta propuesta no fue aceptada por las comunidades.
"Es inviable", sostuvo García en diálogo con Hoy. Y agregó que la UNLP "no tiene posibilidades de seguir reclamando el territorio".
Por su parte, el secretario General de la Presidencia de la Universidad, Fernando Tauber señaló a Hoy que la casa de altos estudios no puede deshacerse de las tierras. "Es un espacio utilizado con fines científicos y académicos", expresó.
El equipo de técnicos estaría integrado por profesionales propuestos por la UNLP, las comunidades y
el Estado Nacional. Pero la UNLP debe definir en 10 días si acepta la demarcación que es reclamada por los aborígenes.
Los técnicos realizarían pericias de los asentamientos y un relevamiento de la historia de los habitantes de la zona.
En el conflicto con los aborígenes está involucrado el Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMIPA), que acompaña a los guaraníes en su reclamo y tiene vinculación con el ex obispo de esa provincia Joaquín Piña